jueves, 5 de agosto de 2010

AL MAL TIEMPO BUENA CARA...

PROMETEN ERRADICAR VIVIENDAS PRECARIAS EN EL PREDIO DEL F.F.C.C.





Don Ramón Arrieta no se rinde, y a pesar de todo recibe la ayuda del Area Social de la municipalidad, lo que le permite creer en el futuro.

A pesar del intenso frío polar que sacude por estos días al país, Ramón Arrieta -una de las tantas personas que viven en el predio del F.F.C.C- dice «tener aguante» a las malas condiciones climáticas, claro que al no estar en condiciones físicas adecuadas su subsistencia depende en gran parte de una «mano solidaria».
El hombre, de rostro cansino y mirada firme, tiene 63 años y desde hace algún tiempo está en nuestra ciudad, lugar que él eligió para continuar su vida. Al comienzo las cosas le salieron bien, hasta una compañera tenía, pero luego la suerte no lo acompañó y no solamente perdió a su mujer sino también el trabajo que tenía en un campo, y para colmo se «rompió» la cadera, lo que le imposibilita mover con normalidad la pierna derecha.
A pesar de todo Ramón no se rinde y cree que la suerte cambiará y podrá seguir ‘’peleándola’’, por ahora cuenta con la ayuda que le brinda el área Social de la Municipalidad, desde donde no solamente lo ayudan con mercadería, sino que también le están gestionando una jubilación por invalidez. A eso le suma la firme promesa de entregarle una vivienda del nuevo plan a realizarse por intermedio del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
‘‘Vine a trabajar a un campo, pero hace un tiempo quedé sin trabajo por un problema en la pierna, y como no tengo plata para alquilar me tuve que hacer este ranchito de silo bolsa. Me las «rebusco», crio unos animalitos (patos y gallinas) y tengo unos caballos para usar el carrito, que antes lo andaba yo pero ahora con el desgarro en la columna casi no puedo caminar’’, comenta el hombre al periodista de Emisario.
Mientras dialoga lava una de sus ropas en un fuentón de chapa y dice que para calmar el frío ya preparó las verduras para hacer un «pucherito», ‘‘Si no fuera por el problema que tengo en mi cadera no estaría acá, me gusta el campo, pero la suerte me traicionó y ahora tengo que depender de otras personas. Ojalá que me puedan conseguir la jubilación, y si me dan una casa solo me faltaría conseguir la compañera’’, se ilusiona Ramón con una sonrisa.





Además de las viviendas con silo bolsa, los vagones estacionados en el predio del FFCC también son utilizados como tal

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