miércoles, 17 de junio de 2009

PERFILES URBANOS...HISTORIAS DE VIDA: Los 89 años del popular ‘‘Perico’’ Lizarraga...

Todos los compañeros del Hogar de Dia festejaron el Cumple 89 de Perico, quien se sintió muy feliz yemocionado. También las chicas que integran el Hogar de Dia (Directora y Cocineras) no quisieron perderse la foto junto al popular Perico.

El viernes 5 de Junio estuvimos participando de un festejo particular en el Hogar de Día (actualmente funciona en el edificio de Cáritas Parroquial), gentilmente invitados por la Directora de dicho Centro, Mariana Forestello. Claro que en esta ocasión se festejaba un Cumple de los tantos abuelos que asisten habitualmente al lugar, por lo tanto no era un día más, era la celebración de los 89 años de Pedro «Perico» Lizarraga, un verdadero y simpático personaje de nuestra localidad.
Junto a los demás abuelos que concurren allí, Perico comparte su vida rodeado de amigos con los que juega a las cartas, desayunan, almuerzan y por la tarde -antes de volver a sus hogares- toman la merienda. ‘‘Algunos dicen que cumplo 89’’ dice con picardía Perico, antes de comenzar con la entrevista. Hablar con él es conocer viejas historias, anécdotas y también divertirse con sus relatos de fogón, que recuerda meticulosamente. Conserva la vitalidad de un ser que ha sabido vivir sin preocupaciones. No hay secretos para llegar a la edad de Perico con tan buen ánimo, ‘‘yo soy como me ves, me gusta caminar y andar silbando’’, dice con su simpatía alentadora.
La prodigiosa memoria del hombre de estatura pequeña y cabellos canosos no pudo ser empañada con el paso de los años y es una suerte, porque entonces él se embarca en un apasionante relato, que bien podría ser dividido en capítulos.
‘‘Acá me siento muy bien, prácticamente es mi casa, porque estoy solo y al venir acá hago de cuenta que es un Club donde venimos a pasar un rato, no solamente a comer, sino que también a pasar el día’’, comenta y se ríe con ganas. Los 89 «pirulos» que casi no los demuestra, parecen no preocuparle demasiado, ‘‘hay que estar atento para que los achaques no te afecten y por ahí vienen todos juntos’’, expresa sonriendo.
Perico se crió y vivió gran parte de su vida en el campo rodeado de ovejas, vacas lecheras y terneros. El cuenta su historia y responde a las preguntas del Cronista con simpáticas anécdotas, su tonada campechana y su brillante memoria lo hacen muy particular, ‘‘Siempre trabajé en el campo, haciendo tambo, alambrando, trabajando de a caballo, he hecho de todo’’, comenta.

GRAN JUGADOR DE FUTBOL...

La charla gira inevitablemente en torno a recuerdos y anécdotas de su pasado, y al estar con Perico no se puede dejar de hablar de fútbol. A pesar que él lo niega, el apellido Lizarraga pasó por los distintos equipos de aquellas épocas en nuestra localidad. Todos coinciden que Perico fue un gran jugador de fútbol, ‘‘buen jugador no he sido nunca, he jugado hasta los 40’’, su cara curtida por las arrugas se ilumina cuando con lucidez sorprendente comienza a recordar su trayectoria dentro del fútbol amateur de nuestra localidad y región, claro que en aquellas épocas los equipos locales San Martín, Belgrano, Sobre Rieles y La Colonia participaban en la Liga Moldense de Fútbol.
‘‘Empecé a jugar a los 22 años, me lesioné y después volví a jugar. Me ofrecí a San Martín en el año ‘39 y apenas me vieron empecé en primera, no estuve ni en la segunda’’. Dicho por un jugador de Mackenna que sabe mucho -Alejandro Lavaselli- ‘‘que fue el mejor Wing (sic) derecho de la Liga Moldense, decía ‘‘si este no se hubiera quebrado hubiera sido el mejor delantero, tal vez no?’’, comenta con energía.
‘‘Jugando San Martín con Everton de Moldes, tiraron la pelota adelante y yo la corrí y cuando los zagueros vieron que no me alcanzaban le gritan al arquero que salga y como ví que se me venía no me quedó otra cosa que patear y le pasé la pelota entre las manos y las patas, un golazo! jaja’’ estalla en una carcajada que contagia de buen humor también a sus compañeros que escuchan atentamente la charla. Luego recuerda a los goleadores de aquella época, los que jugaban en la Selección de la Liga Moldense que le ganaron la final a la de Río Cuarto con un gol de Remigio Alegre, que jugaba en Belgrano, ‘‘también jugaban Miguel Toribio y Manzi que era hermano del que jugaba en Velez, pero según dicen era mejor este que aquel. En San Martín jugaba Héctor Greta de General Levalle que después se fue a Velez Sarsfield y de ahí a Brasil a jugar en Botafogo. Era el año ‘30 y pico y la mejor delantera de la liga moldense la integraba Lavaselli y Alegre de Mackenna, los wines delanteros eran Bastarrechea de Levalle, de centro foward (sic) Medrano de Moldes y Gigena de Sampacho por izquierda, yo jugué en todos los lugares, en el año ‘35, porque por haberme lesionado (todavía le afecta esa lesión a la columna) tuve que jugar al arco, jajaja...me comía algunos goles’’, continúa diciendo Perico con su sabiduría de fútbol, quien se define como hincha de Independiente, los «diablos rojos» de Avellaneda, lo cual lo «autoriza» para ver y comentar sobre los partidos que ve por la tele, incluidos los de la Selección Nacional, claro.

SOLTERITO Y SIN APURO...

A pesar que Perico dice que nunca tuvo novia, parece que actualmente le sobran las candidatas. La imagen muestra a una de ellas, que enterada del festejo fue a saludarlo. Al parecer sería la Pdta. del Club de Fan´s de Peri...que tal !

Perico no para de hablar sobre fútbol, un conocedor del popular deporte allá por los años ‘30, pero también queríamos saber algo más de este maravilloso personaje muy querido por sus compañeros en el Hogar de Día.
Mariana -La Dire del lugar- nos aporta que es soltero y «anda buscando compañía», ¿es cierto lo que dice Mariana? le preguntamos a Perico, quien detiene su relato sobre fútbol, pero antes de que le pidan mayores explicaciones aclara: ‘‘yo estoy bien solo y nunca tuve novia, nunca me casé...Pero como dicen, no hay que perder la esperanza. Pero viejas no quiero!... tiene que ser joven, porque si te casas con una vieja y le decís: alcanzame tal cosa, te dice...hay viejo, no puedo... me duele acá!, entonces ¡¡¡déjese de joder amigo!!!, a mí también me duele los huesos, por eso son mejores las chicas’’, dice el popular Perico, causando la risa de todos quienes lo escuchaban.
Ahí se termina la charla . Y para que no le pregunten más sobre sus amoríos, rápidamente cambia el rumbo de la conversación agregando anécdotas a su nutrido bagaje de recuerdos.

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